​​Antecedentes 

Desde finales del 2015 se evidencia a nivel global un cambio cultural en la inclusión de las finanzas sostenibles tanto en el sistema financiero como en los modelos de crecimiento económico. Cada vez más son las empresas que están centrando su atención en la gestión responsable de los recursos naturales, el tratamiento de residuos, la búsqueda de la eficiencia energética o proyectos que apoyen a las energías renovables, la reducción de la contaminación, en la movilidad y edificios sostenibles para la conservación de la biodiversidad y adaptación del cambio climático y en prácticas de gobierno corporativo, responsabilidad social y desarrollo sostenible.

A nivel nacional Costa Rica adquirió el compromiso establecido en el  "Plan de Descarbonización- Descarbonicemos Costa Rica, Compromiso País 2018-2050" La planificación para la descarbonización guía el proceso para establecer la ruta entre las metas actuales y el 2050 congruentes con el cumplimiento de los objetivos de la agenda 2030 (compromiso de los Estados miembros de las Naciones Unidas para lograr el desarrollo sostenible) y del Acuerdo París (compromiso de casi 200 países de reducir sus emisiones de gases invernadero). Las acciones se presentan a través de 10 ejes sectoriales con paquetes de políticas en tres periodos: inicio (2018-2020), inflexión /2023-2032) y despliegue masivo (2031-2050) y 8 estrategias transversales para potenciar el cambio, entre dichas estrategias la número cuatro se denomina "Estrategia de financiamiento y atracción de inversiones para la transformación" que consiste en la movilización de fondos públicos y privados a portafolios de acciones y proyectos, en temas sociales, financieros, ambientales y tecnológicos.  

Adicionalmente, la Bolsa Nacional de Valores (BNV) tomó la iniciativa de emitir los lineamientos y estándares para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles sustentados en los Principios de Bonos Verdes, los Principios de Bonos Sociales y Principios de Bonos Sostenibles emitidos por el International Capital Market Association (ICMA) y ha preparado una guía para orientar y motivar a las empresas emisoras a crear sus reportes de sostenibilidad y divulgar la información relacionada con el tema ambiental, social y de gobernanza.

A nivel internacional, en setiembre del 2015, la ONU aprobó los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), establecidos en la agenda global 2030 para los próximos quince años, estimulando acciones cruciales para la humanidad y el planeta. Dichos objetivos son integrales en su alcance y cubren todos los ámbitos de políticas que son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo sostenible.

En línea con iniciativas internacionales, el 12 de diciembre del 2015, en la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP21) las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) alcanzaron el Acuerdo París para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. Dicho acuerdo establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas a efectos del calentamiento global, su aplicabilidad sería para el año 2020, cuando finalizara la vigencia del Protocolo de Kioto (es un protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. En el protocolo se acordó una reducción de al menos un 5% de las emisiones de estos gases en 2008-2012 en comparación con las emisiones de 1990. Cabe mencionar que el Acuerdo París es el "tratado base" para la adaptación y fue ratificado por la Asamblea Legislativa de Costa Rica el 6 de octubre del 2016.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha estado involucrada en el desarrollo de la inversión responsable de varias formas por ejemplo, emitiendo recomendaciones por medio de las Directrices para una Conducta Empresarial Responsable destinado a inversionistas institucionales sobre aspectos de gobierno corporativo e integración de los factores denominados Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ASG) y por medio de diversos pronunciamientos sobre finanzas sostenibles y cambio climático. 

De acuerdo con la OCDE para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los objetivos del Acuerdo de París se requerirá una inversión pública y privada sustancial. Dicha organización estima que se necesitan aproximadamente US$6,9 billones de inversión anual en infraestructura hasta el 2030 para cumplir los objetivos climáticos y de desarrollo a nivel mundial. La mayor parte de esta inversión, alrededor de US$4 billones, se requiere en las economías emergentes y en desarrollo, y en esfuerzos de cooperación específicos entre los sectores público y privado. El Centro de Inversión y Finanzas Verdes de la OCDE (CGFI) reconoce el papel clave de los inversionistas institucionales, fondos de capital privado, bancos comerciales y desarrolladores de proyectos para apoyar los esfuerzos de políticas globales y abordar los desafíos del mercado en finanzas e inversiones verdes y sostenibles.